Ismael García / @ismaelprogreso
Durante los últimos días he venido señalando que más temprano que tarde, toda esta situación de crisis de proporciones descomunales en materia económica, política y social, agravada con el pésimo gobierno de Nicolás Maduro va a implosionar. Aquí la pelea es a cuchillo entre las mafias que hoy gobiernan por mantener el poder a como dé lugar. Es decir, ministros, gobernadores y personas de alta confianza del Presidente fallecido, hoy son satanizados y descalificados por Maduro y su entorno.
La izquierda trasnochada como llama ahora Maduro a Jorge Giordani, Héctor Navarro y otros tantos que se han sumado a este descontento por la grave corrupción de altos funcionarios que hace metástasis en todas las instituciones del Estado, se enfrentan nada más y nada menos, que a las mafias bien organizadas y lideradas por gobernadores, ministros, parlamentarios y hasta militares que actuando como mafiosos harán lo que sea para preservar el control del poder político y económico, porque saben que en el área social, ya son millones del pueblo chavista que dicen que Maduro es una estafa y un irrespeto a su Presidente fallecido.
Más allá de lo que plantea Nicolás Maduro al señalar que la crisis interna hoy reinante en el PSUV, se trata de un problema de posiciones ideológicas y de un modelo de socialismo en el cual él cree, pero que difiere Giordani, Navarro y otros catalogados como socialistas científicos y creyentes en un modelo de Estado diferente, tal y como el que creía en algún momento el hoy fallecido Presidente de la República, lo que en realidad existe es una pelea a cuchillo de los grupos internos que con miras al próximo Congreso del PSUV, Nicolás está tratando de ser Presidente con muy poca legitimidad, o como dice Giordani, con muy poco liderazgo, y quiere ser un Presidente que controla todas las instituciones del Estado venezolano, incluido ese parapeto que llaman Partido Socialista Unido de Venezuela.
Maduro de manera desesperada ha anunciado un nuevo cambio de gabinete, pero no se trata de cambios ni enroques, es el desenlace final de todo este atolladero llamado revolución. Han buscado echarle la culpa a otros de su ineficiencia. Han tratado de hablar de un Golpe de Estado, cuando todos sabemos aquí en Venezuela quién denunció a Diosdado Cabello de propiciar y estar detrás de un Golpe de Estado dentro de ellos mismos; hablan de corrupción cuando el año pasado fueron señalados ministros ladrones del gabinete; hablan de corrupción e incluso solicitaron una Ley Habilitante para luchar contra la corrupción y no hay ni un solo caso grave de corrupción donde hayan hecho justicia. Muchos de esos casos están engavetados en la Fiscalía General de la República. A través de la Habilitante se aprobó una Misión A toda Vida, y lo que estamos viviendo los venezolanos es la Misión A toda muerte porque todos los días mueren más venezolanos, producto del crimen y la violencia. Pueden anunciar cambios de gabinete, que no será sino el reciclaje de un ministro por otro, y les cito el caso de Jesse Chacón. Ha sido Vicepresidente, Ministro de Relaciones Interiores, Ministro de Cultura, Ministro de Ciencia y Tecnología, y como Presidente de Corpoelec dijo apenas fue designado, que en sus primeros cien días de gestión resolvería el problema eléctrico en el país. Sin embargo, lo que ha demostrado es ineficiencia, la continuidad de este gobierno de catorce años y sobre todo, se ha acentuado con Nicolás Maduro y hoy es uno de los problemas más graves que existe en el país.
Frente a esta situación que hoy vivimos, no nos queda otra cosa que prepararnos y la gran responsabilidad de todos los sectores democráticos del país, es que cada quien aparte sus posiciones personales, sus egos, sus aspiraciones y juntos luchemos para colocarnos a la altura de lo que hoy ocurre en Venezuela. Aquí no se trata de conservar parcelitas dentro de la oposición, se trata de la reunificación de toda la oposición y de sectores que están en desacuerdo con este gobierno.
Esta lucha que tiene Nicolás Maduro por un lado, Diosdado Cabello por el otro, Rafael Ramírez por el otro y otro grupo de gobernadores y de gente proveniente del 4 de Febrero, es una lucha por el poder, por ver quien se apodera de la tajada económica más grande del país, mientras tanto, los pobres cada día sufriendo más. Hoy 9.174.142 millones de coterráneos están en la categoría de pobreza extrema y no les alcanza ni siquiera para comer y ni hablar de pagar los servicios prioritarios como salud, educación y transporte pues sus ingresos son insuficientes, todo por las malas políticas y la corrupción reinante en esta oligarquía roja. Esta es la situación lamentable que hoy está viviendo Venezuela.
Como dijo el difunto Presidente, Luis Herrera Campins, llegó la hora de comprar alpargatas, porque lo que viene es Joropo, pero este Joropo lo van a tener que bailar ellos. Tendrán que rendirle cuentas a la historia y por amenazas que hagan, por mucho que intimiden, chantajeen, compren medios, no van a detener la voluntad de cambio en el país especialmente, en los sectores populares que tradicionalmente durante estos años apoyaron al gobierno.
Diputado a la Asamblea Nacional
fuente:http://www.visionglobal.info
No hay comentarios:
Publicar un comentario